lunes, 21 de enero de 2008

EXISTENCIAL

A la final pude resucitar...
En las mañanas veo la telaraña de la ventana que ha crecido con cautela, no la he quitado aun porque no quiero dejar a nadie sin hogar, imagino que si pudiera me mecería en ella para no afrontar mi realidad y mi rutina del día día, abro los ojos de un sueño aletargado que nunca se termina, es una escena repetitiva, soy yo corriendo por un bosque descalza y caigo por un precipicio, tal vez es una manera fácil de escapar de todo. De noche vuelven la arcadas y el dolor en la boca del estomago por no saber que hacer y me hundo poco a poco en esta terrible depresión. Pero ultimamente esto ha cambiado no se si para mejor pero ahora me debato entre la pasión y la locura, el desenfreno de lo amado, del arte dulce, gentil, fuerte, vigoroso y creciente que me corre por las venas, es exitante y me da miedo porque es adictivo, me quiero entregar a el, dudo en levantar el ancla que me sigue atando a la realidad de cada mañana y lanzarme por aquel precipicio de mi sueño, pero no para escapar sino para ser libre y al fin volar!!!

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